Salud Mental
Humberto Nicolini

Es con un gran pesar y tristeza que reportamos el fallecimiento de nuestro amigo y colega el doctor Harry Baker Israel. Harry nació en la ciudad de México el 27 de enero de 1962 su formación pre-universitaria la cursó en el Colegio Hebreo Tarbut. Aparte de ser un muy destacado estudiante, siempre se distinguió por el gusto de los viajes, algo que era parte del modo de vida de su familia, y el dominio de los idiomas que los aprendió en diferentes etapas de su vida, como inglés, hebreo, francés, noruego y catalán.

Posteriormente realizó sus estudios profesionales en la Facultad de Medicina de la UNAM, donde perdió su “10” cerrado de promedio al ser acosado debido a su origen judío por un profesor de neurología. Sin embargo, más adelante, tuvo el privilegio de ser de los alumnos consentidos del curso de Psiquiatría del Profesor Dionisio Nieto y del Profesor adjunto, el doctor Pérez-Rincón, lo cual, sin lugar a dudas, fue un determinante para decidirse a realizar la residencia en Psiquiatría. Un detalle muy característico de su personalidad: antes de ingresar a la especialidad optó, a pesar de no ser obligatorio, por realizar la residencia rotatoria, y tener así una sólida formación en medicina general (siempre fue una preocupación para Harry que el psiquiatra conservara su cercanía a la medicina) y después ya cursó una destacada residencia en el Hospital Español, bajo la guía de distinguidos maestros como los doctores Carlos Campillo, Lauro Castanedo, Enrique Suárez y Carlos Serrano, entre otros. Una vez concluida la residencia realizó una estancia en Noruega sobre medicina del sueño, que sería su campo de trabajo académico y clínico. Después de su estancia en Noruega regresa al Instituto Nacional de Psiquiatría por invitación del Maestro Ramón de la Fuente, para hacerse cargo del laboratorio clínico de sueño, tarea que había sido iniciada por el doctor Rafael Salín. En el Instituto narraba una anécdota de una “sana competencia” con otros investigadores que laboraban ahí en ese momento, como los doctores Francisco Páez y Humberto Nicolini, de tratar de publicar 20 artículos en un año, misma que logró ganar y que le daba mucho orgullo platicar, lo cual describe su muy particular sentido del humor. De manera simultánea inicia su práctica privada de forma muy exitosa en el Hospital Médica Sur y en el ABC. De manera simultánea realizaba una importante labor académica siendo un gran impulsor de la educación en psicoterapia de los psiquiatras; siguió varios cursos con el doctor Philip G. Levendusky, de la Universidad de Harvard, en México. Lamentablemente, debido a su éxito profesional, fue víctima de la inseguridad y decide irse con su familia a España en 2009, para lo cual, ya maduro en su carrera, revalida su título de médico y aprueba los exámenes de la especialidad en Psiquiatría en este país, en la autonomía de Cataluña. La vida profesional de Harry en España fue muy pobre académicamente comparada con la que había mantenido hasta ese momento. Trabajó como psiquiatra forense en la prisión de Figueres y en el centro de Salut Mental de Girona, con adultos. Lo cierto era que esto no le disgustaba porque el horario, de 8 a 15 horas, le permitía estar con los niños por las tardes, así como los fines de semana, según narra Pamela Barraza, su colega y entrañable amiga española. En el 2014, debido a problemas familiares, regresa a México y se reincorpora a la práctica privada, ayuda a la fundación de la Academia Mexicana de Psiquiatría y Salud Mental, y fue el profesor de Psiquiatría de pregrado del curso del TEC de Monterrey (campus Cd de México), junto con sus colegas y amigos los doctores Pablo Cuevas y Federico Ramos. Harry fue un maestro como lo sabíamos muchos de sus amigos, no sólo del arte del buen viajar, sino en el del buen comer, de la buena lectura y la apreciación de la pintura. Uno de sus orgullos era su diploma de Haute Cuisine que obtuvo en Lyon, Francia, pero igualmente disfrutaba de unos buenos tacos al pastor o de unos chilaquiles en un restaurante de chinos. A partir del 2017 sufrió una severa enfermedad desmielinizante, y con su claridad clínica percibe que iba a tener un desenlace fatal. Extrañaremos mucho su contribución a la Psiquiatría, sus agudos comentarios, y su cálida compañía.

REFERENCIAS

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Baker-Israel, H., Egil-Hesla, P., Salín-Pascual, R., Hernández Field, A. (1988). Síndrome de apnea obstructiva del sueño. Salud Mental, 11(3), 48-53.

Baker H. (2015). Capítulo 33: Insomnio debido a enfermedades médicas, psiquiátricas y abuso de substancias. En: Sociedad Española del Sueño. Tratado de Medicina del Sueño. Madrid, España: Editorial Médica Panamericana. p 326-330. ISBN10: 8498358639

Baker H. (2018). Editorial. La Apnea un ente multidisciplinar. Neurología, Neurocirugía y Psiquiatría, 46(2), 43.

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Nicolini, H., Gerez, M., Tello, A., Hernández, A., Galindo, G., Tirado, E., Baker, H. (1991). Diagnóstico de Crisis Parciales de sintomatología compleja a través de electroencefalograma espectral y resonancia magnética nuclear. Psiquiatría, 7(2): 27-31 (México).