Salud Mental

Algunos aspectos socioculturales y clínicos que caracterízan a los pacientes del bloque vespertino de la UTNA, en el hospital psiquiátrico infantil "Dr. Juan N. Navarro"

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Catalina Eljure E.

Resumen

Este trabajo aborda una de las características existenciales, sociales y familiares de niños de clase marginada atendidos en la UTNA que juegan un papel importante en la forma como se expresan conductualmente algunos trastornos emocionales en estos menores. La información acerca de los grupos macro y microsociales, así como la de los pacientes, es producto de tres años de trabajo clínico-asistencial que se llevó a cabo semanalmente y que comprende: 1) Revisión de los expedientes clínicos de cada paciente. 2) Entrevistas a padres y a niños. 3) Pláticas con las madres en el Grupo de Orientación a Padres. 4) Conversaciones con los pacientes a lo largo de las sesiones terapéuticas. La población que intervino en este estudio la constituyeron 40 niños (pacientes) de ambos sexos, originarios de México, Distrito Federal, de 8 a 12 años de edad, de estrato socioeconómico bajo, que cursan la primaria y asisten al hospital como pacientes externos debido a problemas emocionales o de conducta. Las limitaciones inherentes a este trabajo fueron: 1) Se trata de un estudio descriptivo. No contamos con un grupo control y no hicimos tratamientos estadísticos de la información. 2) La fuente de una parte de la información es subjetiva, esto es, la aportada verbalmente por las madres y por los padres durante las consultas. Desde el marco donde se desenvuelven estos niños y sus familiares, el de la subcultura de la pobreza, se describen algunas de sus condiciones existenciales: sus carencias, sus pérdidas, su lucha y su soledad, heredadas de varias generaciones que se han enfrentado con el estoicismo característico de la historia de sus progenitores; historicidad que condena y perpetúa un hábitat marginado acechado por la frustación y la agresión -que se refleja en el hogar, la escuela y la calle- proveniente de los adultos y de los muchachos y muchachas inscritos en un medio sociocultural que comparte las mismas privaciones económicas y afectivas. Las consecuencias de este panorama social se ven reforzadas en ocasiones por la constelación familiar y las condiciones de la vivienda, la nutrición y la higiene. Familias muy numerosas en las que escasean individuos económicamente activos o productivos, parentela aglutinada y especialmente constreñida, alimentación precaria, deficiente en calidad y cantidad, y condiciones salubres comúnmente insuficientes o malas. De los miembros que componen el núcleo familiar -algunos fantasmales debido a que están ausentes física o representativamente- es difícil delimitar jerarquías y roles asumidos y atribuidos. En cuanto a los progenitores del niño, destaca la madre como epicentro de la familia, mientras que el padre generalmente convive sólo esporádicamente con la familia. Respecto a la relación entre los cónyuges, predominan las separaciones y las uniones más o menos transitorias; abunda la pareja incompleta, ya porque se trate de madres solteras o porque el cónyuge inicie relaciones extramaritales que terminan en la creación de una nueva familia. La violencia entre los adultos, y el alcoholismo en el padre, son muy comunes. Del análisis de los expedientes clínicos de los pacientes que provienen de estas familias, se desprende que los principales trastornos son, en primer lugar, los Problemas de Conducta, entre los cuales la agresión ocupa un lugar importante; y en segundo lugar, la ansiedad. A fin de explicar -al menos hipotéticamente- la ocurrencia y la frecuencia de una parte de la sintomatología, nos pareció necesario analizarla a la luz de la pobreza y de su influencia en la disfuncionalidad y en la psicopatología del medio. Basándonos en nuestra práctica clínica y en diversos estudios, observamos que algunas de las implicaciones de estas variables ocasionan perturbaciones afectivas en el niño. Aún cuando no pretendemos establecer relaciones directas causa-efecto, suponemos, sin embargo, que algunos de los signos que subyacen al cuadro psicopatológico de estos pacientes -tales como vagabundeo, fuga y robo; inestabilidad intelectual y física; autoagresión y heteroagresión, y ansiedad- se pueden equiparar al estado depresivo, el cual, aún cuando en los niños es polimorfo, muestra claramente la existencia de cuadros clínicos francos. En función de lo anterior, nos parece que en los pacientes estudiados, esta condición afectiva se traduce en una manifestación clínica particular que difiere de la que pudiera encontrarse en los estratos medio y alto. Más aún, pensamos que la organización y el funcionamiento del entorno del niño marginado influyen en gran medida en la forma en la que el niño se enfrenta al sufrimiento. A fin de poder corroborar o desechar el postulado sostenido en el presente trabajo, se sugiere la realización de más estudios cuyo diseño y análisis estadístico sean rigurosos, poniendo especial énfasis en variables tales como la edad, la distribución por sexo, la escolaridad y el estrato socioeconómico.
Palabras clave:
hospitalización, psiquiatría clínica, psiquiatría infantil, psiquiatría social, terapias, clientes-características, nivel de bajos ingresos, hospitales psiquiátricos-programas, pacientes psiquiátricos, factores socioculturales, edad adulta, problemas de conducta, infancia, trastornos mentales, niños de edad escolar