Salud Mental

Substance and alcohol use and dependence in a sample of patients from an emergency department in Mexico City. (Uso y dependencia a drogas y alcohol en una muestra de pacientes de un servicio de urgencias en la ciudad de México)

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Guilherme Borges
Liliana Mondragón
Leticia Casanova
Estela Rojas
Joaquín Zambrano
Cheryl J. Cherpitel
Isauro Gutiérrez V.

Abstract

Según datos nacionales representativos de encuestas en hogares, después de años de baja prevalencia, el uso de sustancias se incrementó en México durante la década pasada. Este cambio en el uso de sustancias también se ha observado en encuestas de estudiantes de nivel medio y medio superior. Las drogas ilícitas son ahora, junto con el uso de alcohol, parte de las sustancias que se consumen en el país, entre la población general y entre usuarios de los servicios de salud, incluidos los Servicios de Urgencias (SU). En este contexto, las consecuencias por el uso de alcohol y drogas forman parte del actual perfil epidemiológico del mexicano. En el año 2000, entre la población de 15 a 64 años, el consumo de alcohol se relacionó con la segunda causa principal de muerte (cirrosis hepática) en México, la cuarta causa principal (accidentes, especialmente de tráfico), y la quinta causa principal (homicidios). El uso de sustancias se asoció con la quinta causa de muerte (homicidios) y con el SIDA (la séptima causa principal de muerte). Algunas de las consecuencias más importantes del consumo de alcohol o sustancias son los accidentes y la violencia que producen, ya sea directamente (por ejemplo, conductores ebrios) o indirectamente, a través del mercado ilegal del consumo de drogas. Estas consecuencias representan un desafío para el sistema de salud, especialmente para los servicios de urgencia. A pesar de esto, los datos que respaldan el impacto del consumo de sustancias y de alcohol son muy limitados en el país. Aunque durante los últimos 15 años se han realizado diversos estudios en México acerca del papel del consumo de alcohol en casos de urgencias médicas y traumáticas, estudios similares sobre el uso de sustancias han sido más escasos. Por lo tanto, es necesario realizar nuevas investigaciones que documenten el aumento del uso y la dependencia a sustancias y alcohol, así como su asociación con episodios violentos en los SU. En México, entre los pacientes lesionados, el consumo de alcohol se ha asociado más a los episodios violentos en comparación a la población general. La relación entre el uso de sustancias, con excepción del alcohol, y las lesiones derivadas de la violencia en el SU han sido más inconsistentes. Debido al incremento en el consumo de sustancias, es especialmente importante presentar datos al respecto y mostrar el patrón de consumo de alcohol en combinación con el uso de sustancias en el contexto del SU. Aquí se reporta un estudio sobre pacientes lesionados (n=744) que solicitaron atención en el servicio de urgencias de un hospital general en la Ciudad de México. Se reporta la prevalencia del consumo de alcohol y sustancias (consumo habitual y seis horas antes de la lesión). Además, la prevalencia de los trastornos por el uso de sustancias (dependencia), y el resultado de una prueba de tamizaje rápida sobre el abuso de sustancias en estos pacientes se reportan por primera vez en México. Se presentan también datos sobre el consumo de alcohol y sustancias entre las lesiones relacionadas con la violencia, así como el papel que cumple el consumo combinado de alcohol y sustancias ilícitas en una lesión. Los datos que aquí se muestran son parte de un estudio colaborativo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre alcohol y lesiones. El estudio epidemiológico de la OMS fue llevado a cabo en 12 escenarios clínicos: Argentina, Brasil, Bielorrusia, Canadá, República Checa, la India, México, Mozambique, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Suecia. La muestra en México consistió en adultos mayores de 18 años, que ingresaron en forma consecutiva al servicio de urgencias y reportaron una lesión, en un periodo de seis y media semanas. Todos los pacientes elegibles en el SU fueron captados durante las 24 horas, en el periodo del 15 de enero al 28 de febrero de 2002, y se les invitó a participar en el estudio. Se les tomó la muestra de aliento y se les entrevistó (previo consentimiento informado) inmediatamente después de ingresar al SU. A los pacientes que estaban gravemente lesionados para ser entrevistados, se les dio seguimiento y se les entrevistó cuando se estabilizó su condición. Los datos se recolectaron a través de un cuestionario con una duración de 25 minutos, administrado por entrevistadores entrenados. En la entrevista se obtenían datos, entre otras preguntas, sobre el motivo de ingreso del paciente al SU, el uso de medicamentos con o sin prescripción médica en las seis horas previas al evento, uso de drogas ilícitas o no prescritas, o consumo de alcohol en las seis horas antes del evento, uso de drogas ilícitas o drogas no prescritas durante los últimos 12 meses, consumo de alcohol y drogas en los últimos 12 meses y características demográficas. En los pacientes que consumieron alcohol o alguna sustancia durante los últimos 12 meses, se exploró la dependencia en los últimos 12 meses. La tipología de frecuencia-cantidad para el consumo de alcohol en el último año fue usada y desarrollada de acuerdo con estudios previos en servicios de urgencias y se basó en la frecuencia habitual de la ingesta, y en el reporte del pacientes sobre el consumo de 12 o más copas, o 5-11 copas por ocasión. De acuerdo con nuestros resultados, la mayoría de los pacientes lesionados fueron hombres (60.0%) y menores de 30 años (48.8%). La media de edad fue de 35 años. Los pacientes se dividieron uniformemente entre casados (39.4%) y solteros (37.6%). Casi un tercio de la muestra tenía educación primaria o menos, y muchos tenían pocos recursos económicos. Sólo 7.5% de los pacientes atendidos en este SU usó al menos una droga en los últimos 12 meses, 1.0% usó alguna sustancia seis horas antes de la lesión, 4.4% tuvo un puntaje positivo en la escala de tamizaje sobre problemas de drogas y 1.7% cumplió con los criterios de dependencia a las sustancias en los últimos 12 meses. Respecto al alcohol, 17.4% reportó consumo de alcohol en las seis horas previas a la lesión y 15.5% dio positivo en la medición de aliento alcohólico. La prevalencia de los problemas del alcohol fue de 24.8%, y 7.0% dio positivo para la dependencia al alcohol en los últimos 12 meses. Los pacientes atendidos en el SU por una lesión asociada a un acto de violencia tuvieron mayor probabilidad de reportar tanto uso de sustancias como trastornos por el uso de sustancias, así como reportar consumo de alcohol y trastornos por el uso de alcohol, en comparación con quienes presentaban una lesión que no fuera resultado de la violencia. Se encontraron estrechas relaciones entre los que reportaron uso de sustancias y/o trastornos por el uso de sustancias y los que reportaron consumo de alcohol y/o trastornos por el consumo de alcohol. Así, los pacientes que reportaron estar más involucrados con el consumo de sustancias también reportaron mayor consumo de alcohol. El uso de sustancias se ha vuelto más común entre los pacientes lesionados atendidos en el SU, según se aprecia por lo menos en esta muestra de pacientes de urgencias de la Ciudad de México. Finalmente, los datos sobre el uso de sustancias y sus trastornos asociados, los cuales se reportan por primera vez en México, sugieren que la dependencia a las drogas en pacientes del SU puede ser más alta de lo que se esperaba. Este es un punto importante que se debe explorar en futuras investigaciones. El tamizaje y el referir a los pacientes a tratamientos especializados son los pasos más importantes que se deben tomar en escenarios como los servicios de urgencia.
Keywords:
sustancias, alcohol, dependencia, pacientes, servicio de urgencias